Tras 4 años de funcionamiento del Plan de Fomento restrictivo del macrismo, la situación del fomento cinematográfico está en estado crítico. Cada vez es más complicado filmar películas independientes y óperas primas.
La caducidad para fines de 2022 de las asignaciones específicas que conforman el presupuesto del INCAA vuelve inviable cualquier Plan de Fomento que exceda ese plazo e incierto proyectar la realización de una película que vaya más allá de esa fecha.
La pandemia redujo fuertemente el Fondo de Fomento por la caída de la venta de entradas de cine y la recaudación del ENACOM. Sin la incorporación de un impuesto a las plataformas de streaming a la recaudación del Fondo de Fomento Cinematográfico, nos enfrentamos a un ajuste evidente sobre la cantidad de películas a producirse.
Durante años venimos trabajando intersectorialmente en propuestas de políticas cinematográficas y audiovisuales que contemplen las necesidades de los diferentes sectores en actividad, a partir de las experiencias de quienes sufren las dificultades para desarrollar, producir, exhibir y conservar al cine en toda su potencialidad. No queremos pocas películas de mucho presupuesto, lo que deseamos es que el cine nacional sea la representación de todo el territorio. Que exista la diversidad y coexistan los formatos siempre y cuando sean la construcción de una soberanía audiovisual.
Queremos un cine libre de todas las violencias y para ello necesitamos que las políticas públicas se construyan a partir del diálogo y en respuesta a las demandas concretas de quienes hacemos, miramos y pensamos al cine y al audiovisual.
1. DEMOCRATIZACIÓN EN EL ACCESO
Cuando hablamos de inclusión nos referimos a cambios estructurales para que el acceso a los fondos del Estado sea verdaderamente democrático. Por eso, planteamos vías de fomento de ventanilla continua que permitan el ingreso de nuevas personas para descentralizar la producción y potenciar la diversidad en todo el territorio argentino. Que exista la diversidad en los modelos de producción, con herramientas de financiación por etapas acordes a las realidades de cada sector. Priorizar la diversidad y no la concentración.
2. FEDERALISMO
Que se atiendan las diferencias estructurales de cada región y provincia. La creación de una Ventanilla Continua Federal con sus requisitos y comités específicos. Cupos provinciales en las convocatorias y concursos para el desarrollo de las provincias más desfavorecidas en cada región. Que el INCAA desarrolle un estudio y evaluación exhaustivos que le permita tener conocimiento de las complejidades del quehacer cinematográfico en cada provincia.
3. POLÍTICAS DE GÉNERO
Para construir un cine libre de violencias necesitamos medidas integrales y transversales para toda la actividad cinematográfica. Hablamos del acceso equitativo en los puestos de trabajo, de dirección y de representación. Para ello es necesario que existan requisitos diferenciados como así también incentivos económicos para las producciones que contemplen la equidad en sus equipos. Además necesitamos que existan cupos por género en todas las convocatorias y concursos a nivel nacional, regional y provincial. Es fundamental el rol de los comités de evaluación, es urgente que las personas que han sido relegadas históricamente en el acceso al desarrollo profesional puedan ser elegides como parte de los comités postulándose con requisitos menores a los actuales. Estos grupos más que nadie pueden evaluar la idoneidad de proyectos que aborden temáticas de poblaciones que han sido históricamente invisibilizadas. Además, es fundamental que les integrantes de los comités tengan capacitaciones obligatorias en perspectiva de género que reflexionen sobre la responsabilidad de los contenidos audiovisuales
4. ACCESIBILIDAD
Políticas de accesibilidad cinematográfica, directas y urgentes para la inclusión de personas con discapacidad y adultos mayores como espectadorxs de todo el cine argentino exhibido en las salas, plataformas y canales de TV del INCAA y de otras entidades o sectores del Estado. Para ello, vemos imprescindible que exista un apoyo económico extra y se reconozca como rubro fijo en el modelo de presupuesto un ítem de accesibilidad (por ejemplo, el subtitulado CC para personas sordas e hipoacúsicas y la audiodescripción para personas ciegas, entre otras) como medida directa para que las producciones ya estén pensadas desde sus inicios con una intención de accesibilidad mayor para personas con discapacidad o con dificultades de accesibilidad a los contenidos así como para les adultes mayores.
5. EXHIBICIÓN
Necesitamos que se fortalezca la Red de Espacios INCAA y que tengan autonomía en la programación. Que existan pantallas para toda la diversidad del cine que se produce, tanto de ficción como de documental. Necesitamos una cuota de pantalla para el cine nacional del 33,33% en salas de cine, también en plataformas y en la TV, y que se cumplan. También que haya un tope de copias con las que una película pueda estrenarse para contrarrestar la asfixiante concentración que existe en la exhibición. Sin políticas urgentes, la sociedad pierde su soberanía audiovisual.
6. CONSERVACIÓN
Argentina, un país con una historia sincrónica a la de las principales cinematografías del mundo, que en su época de oro llegó a producir cientos de películas por año, es uno de los pocos países sin cinemateca nacional. La ley para la creación de la CINAIN fue impulsada en 1994 y recién pudo aprobarse en 2010 pero nunca se instrumentó. En 2016 cerró el último laboratorio de la Argentina y la situación es crítica. Exigimos la pronta puesta en marcha de la CINAIN (Cinemateca y Archivo de la Imagen Nacional). Hay una historia del cine por descubrir y que hoy circula a cuenta gotas en pésimas copias de televisión por internet. El tiempo pasa y valiosas películas desaparecen. Es parte de nuestra lucha la conservación de nuestra memoria porque así también podremos construir nuevas formas de pensarnos. Es por el pasado pero también por nuestro presente y nuestro futuro.