En la presentación del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata Pablo Avelluto, Secretario de Cultura, fue abucheado por buena parte del público asistente a la ceremonia, conformado básicamente por realizadorxs, técnicxs, actores y actrices, gente activa en el mundo del cine, testigxs de cómo en su discurso intentaba pintar un panorama de éxitos a una gestión que está fracasando en todos sus aspectos. Lxs abucheadorxs (gente que no tiene otros medios que hacerse escuchar in situ en el momento en que el ex ministro miente descaradamente) fueron acusadxs de antidemocráticxs. En respuesta a ello, en la ceremonia de cierre y entrega de premios, se dio la orden de que nadie pueda hablar en el micrófono: ni lxs premiadxs pueden agradecer, ni lxs juradxs explicar sus decisiones, como se hace en absolutamente todos los festivales del mundo democrático. Esta decisión pone de manifiesto la convicción antidemocrática del ex ministro (aquél que escribió que su revolución favorita fue la libertadora) y deja a las claras que los que se expresaron abucheando su discurso tenían absoluta razón.
Pero este abucheo tiene una historia: durante los últimos meses Ralph Haiek, actual Presidente del INCAA, intentó instalar un mentiroso panorama de éxitos en su gestión, desmentido por la gran mayoría de los trabajadores del cine nacional en cartas abiertas, notas periodísticas, encuentros, asambleas, actos, etc. Una de las cuales fue la entrega de una carta abierta en la última reunión del año del Consejo Asesor del INCAA, firmada por más de 1800 profesionales y avalada por 15 asociaciones de directorxs y técnicxs. Al ver Haiek que un compañero estaba registrando el evento con su cámara, reaccionó tirando un manotazo para intentar impedir que la acción fuera filmada. Es decir que esta vergüenza internacional que hace pasar Avelluto a la Argentina, negándose a que en la ceremonia de entrega de premios de un festival de clase A, lxs juradxs nacionales e internacionales y lxs invitadxs y premiadxs nacionales e internacionales digan unas palabras al entregar y/o al recibir un premio, es la continuidad de una sucesión de hechos antidemocráticos, enfocados en una sola cosa: tapar la realidad de que el INCAA de Haiek está intentando destruir la pequeña y mediana producción en la Argentina, que están desfinanciando, sub-ejecutando, excluyendo, acallando voces, despidiendo gente, abandonando el acervo histórico de la cinematografía nacional, que pusieron fecha de defunción al fondo de fomento en un artículo de una ley votada en el Senado, que están limitando cada vez más el acceso a la producción a lxs nuevxs productorxs mientras subsidian descaradamente a las grandes productoras, a las multinacionales, y a los exhibidores majors que ni siquiera cumplen con la cuota de pantalla para proteger a las películas nacionales. Es decir, intentando tapar que Haiek y Avelluto están en contra de que el cine y la cultura nacionales crezcan, se multipliquen, se expandan, incluyan y dignifiquen a todo el pueblo argentino.
